Henry Scott Holland (27 de enero de 1847 - 17 de marzo de 1918) fue Profesor de Teología en la Universidad de Oxford.
Había nacido en Ledbury y educado en Eton, donde fue alumno del maestro influyente William Johnson Cory, y la Universidad de Oxford, donde tomó una primera clase en grado Grandes.Después de su graduación, fue elegido como Estudiante (compañeros) de Oxford.
En 1884, dejó de Oxford para la catedral de St Paul, donde fue nombrado canónigo.
Él está muy interesada en la justicia social y formado(Política, Economía, socialismo, ética y cristianismo), que culpó a la explotación capitalista contemporánea de la pobreza urbana.En 1889, formó la Unión Social Cristiana.
En 1910, fue nombrado regius Profesor de Teología en la Universidad de Oxford, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1918.Es enterrado en el cementerio de la iglesia de Todos los Santos, Cuddesdon en Oxford.Por razones obvias, Mary Gladstone se refiere a él cariñosamente como "Flying Dutchman" y "Fliegende Hollander".
Si bien en la catedral de St Paul Holanda emitió un sermón en mayo de 1910 tras la muerte de King Edward VII, titulado El Rey del terror, en el que explora la naturaleza, pero aparentemente contradictorias las respuestas a la muerte: el temor de la inexplicable y la creencia en la continuidad.Es a partir de su discusión de este último que tal vez su escrito más conocido"LA MUERTE NO ES NADA" Se señala:
LA MUERTE NO ES NADA
La muerte no es nada. Sólo me he refugiado
en la habitación de al lado.
Yo soy yo, y tú eres tú.
Tal como fuimos el uno para el otro, seguimos siendo.
Llámame por mi diminutivo de siempre.
Háblame como solías.
No cambies de tono. Ni solemnidad forzada,
ni aflicción quiero escuchar.
Ríe como reíste siempre nuestras pequeñas bromas.
Juega... sonríe...
Piensa en mi... reza por mí.
Deja que mi nombre siga siendo
la palabra familiar que era.
Que sea pronunciado sin afectación,
sin la más pequeña sombra.
La vida significa lo mismo que siempre,
sigue igual que siempre.
Hay continuidad, absolutamente ininterrumpida.
¿Qué es esta muerte sino un accidente sin importancia?
¿Acaso debo desaparecer del pensamiento
porque haya desaparecido de la vista?
Estoy esperándote... será sólo un rato.
Muy cerca de aquí, a la vuelta de esa esquina.
Todo está bien.